CARACTERISTICAS DEL INTERROGADOR






BUENAS TARDES ESTIMADOS ESTUDIOSOS DE LAS CIENCIAS FORENSES

El éxito o fracaso del proceso investigatorio policial depende en gran parte del interrogatorio a que son sometidas las personas implicadas en el mismo, de allí que es importante que el interrogador tenga que estar preparado física y mentalmente y deba reunir ciertas cualidades que le permita inducir a su interlocutor a expresar la veracidad de los hechos. 


Dichas cualidades son:


Tener habilidad para interrogar, es uno de los principales requisitos y se logra en base a educación, conocimiento y experiencia en el trabajo. La facilidad de palabra y personalidad del interrogador influye mucho para lograr esa habilidad. Se debe tener presente que el interrogatorio, para que tenga mejores resultados, se debe conducir dentro de los limites más apropiados a la personalidad y carácter de la persona interpelada.

Estar alerta, el interrogador debe estar preparado para detectar contradicciones en un relato, ser capaz de hacer análisis y tener la mente ágil, rápida al cambio de táctica para afrontar nuevas situaciones que se presenten, afín de realizar preguntas para encausar el interrogatorio que pudiera ser desviado por el interrogado.

Paciencia y tacto, Son virtudes especiales del buen interrogador policial, la bondad y la paciencia; forzar al interrogado a dar información es método que no da buenos resultados y resulta a la postre inoperante. Se debe usar la diplomacia y tacto para escuchar una determinada versión espontánea y fijar el momento oportuno para dar fin al interrogatorio, en tal forma que al interrogado le quede el deseo de hablar nuevamente.

Habilidad para pensar con lógica, la mente del investigador debe estar preparada para seguir un problema en orden lógico, de lo contrario la información valiosa se puede perder. Hay que tener en cuenta que el interrogado cree que determinada información no es importante, por lo que no la expone. Se debe preparar el pensamiento para que ninguna información necesaria sea dejada de lado.

Habilidad para observar e interpretar, es necesario que el interrogador sepa observar las reacciones de los individuos a las preguntas y poder interpretar estas reacciones físicas, así como el verdadero significado de sus respuestas o declaración dada.

Habilidad para apreciar el punto de vista de otro, el éxito muchas veces dependerá del modo correcto de enfrentar al individuo. Si la manera de dirigirse ha sido antipática al sujeto, se obtendrá poca información; por eso el interrogador debe colocarse en el lugar del sujeto interrogado y debe determinar que método técnico es el más conveniente para provocar una reacción favorable. El interrogador se debe de interesar en el sujeto, en su manera de ser, en sus motivaciones, actitudes, en los estímulos que lo hacen reaccionar. En general debe interesarse en forma total en el ser humano y en el conjunto de sus relaciones para la sociedad en que vive.

Poder de control, el autocontrol debe ser permanente. Se incurre a menudo en el error de perder el control del temperamento, al enojarse el interrogador está imposibilitado de pensar con claridad y muy frecuentemente divulga al sujeto información valiosa. Si esto sucede, le da la oportunidad al interrogado de darse cuenta exacta de lo que sabe el investigador. No obstante esto, es justificado durante el interrogatorio si con ello se va a conseguir los resultados deseados y siempre que el interrogador actúe fingiendo que está molesto.

Habilidad de guiar el interrogatorio, hay que tener en cuenta que cualquier persona sujeta al interrogatorio desea saber cuánto se sabe acerca de ella; porque cierta información se necesita y cuál es el plan de acción. Controlando el interrogatorio, el interrogador puede lograr la información que desea, sin descubrir la información que posee.

Memoria excelente, permite tener en la mente toda la situación que se investiga y se puede captar todo lo expuesto por el interrogado a fin de ser utilizada la información para hacer las preguntas y descubrir contradicciones que le van al esclarecimiento de los hechos.


Habilidad de actor, el investigador debe de vivir las emociones o sentimiento que se han planteado al interrogado, de lo contrario darían la apariencia de no darle la importancia al asunto y el interrogado pensaría que es un ardid. La clave es la actuación y el interrogador debe, en tal virtud, ser actor y hacer un buen papel. En situaciones emotivas no puede dejarse llevar por sus emociones; en circunstancias tensas, no puede dejarse envolver por las mismas; cuando el caso le provoque asco y repugnancia, no puede permitirse el lujo de expresarlo, ni siquiera reflejarlos; en conclusión, debe ser o convertirse en un verdadero actor, a fin de permanecer calmado, natural, profesional y objetivo.

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